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Salud mental

Salud mental: ¿qué es y qué no es?

¿Qué podemos decir que se puede considerar una salud mental normal y qué no? ¿Qué patrones de pensamientos o sentimientos nos indican que todo está equilibrado y cuáles indicarán que puede existir algún tipo de inconveniente? Vamos a tratar de analizarlo en este siguiente post.

Es posible que estés buscando entre todos los psicólogos alguno que sea capaz de orientarte en momentos oscuros. Si ese es tu caso, quizá estas líneas te ayuden para discernir si tienes un inconveniente o no.

La salud mental, básicamente, es el bienestar general de una persona en su modo de pensar, de afrontar sus sentimientos y sus comportamientos. Es muy normal que cualquier persona pueda padecer algún tipo de perturbación pasajera, pero eso no puede ser considerado como trastorno mental. Para poder afirmar que una persona padece uno, tiene que afectar a su capacidad en distintos ámbitos:

  • Mantener relaciones personales o familiares
  • Desenvolverse adecuadamente en entornos sociales
  • Desempeñar un trabajo o estudiar en el colegio
  • Capacidad de aprendizaje acorde a su edad
  • Participar en actividades lúdicas o importantes

Tienes que saber que lo que es “normal” y lo que no, vendrá también definido en las distintas normas culturales de una sociedad, que muchas veces indican cuándo un comportamiento es aceptado y cuándo no. En este sentido, lo que puede ser normal en una sociedad, puede que sea escandaloso o preocupante en otra.

Así, entre los principales criterios para determinar si un trastorno afecta a la salud mental de una persona, hay que destacar algunos como su naturaleza, la duración del mismo o los síntomas que provoca en el paciente.

En nuestra experiencia y contacto con psicólogos, los especialistas son los profesionales más adecuados para realizar un diagnóstico certero de cualquier afección que pudiera mostrar incidencia en nuestra salud mental. Así, un diagnóstico podría tener en cuenta y basarse en los siguientes puntos:

  • Antecedentes
  • Examen físico
  • Preocupaciones actuales
  • Cambios traumáticos recientes
  • Consumo de alcohol y otras sustancias
  • Historial de traumas o abusos

Del mismo modo, hay ciertas situaciones, signos o síntomas que requerirán de la rápida intervención de un profesional en salud mental. Entre los principales, hay que destacar:

  • Cambios bruscos en la alimentación y en el sueño
  • Incapacidad de afrontar tareas diarias
  • Retiro de las actividades normales de una persona
  • Pensamientos inusuales
  • Episodios de ansiedad
  • Fases de tristeza o apatía prolongadas
  • Pensamientos suicidas
  • Abuso de sustancias prohibidas
  • Cambios extremos de humor