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¿Es posible aprender yoga durante el coronavirus?

Apostar por la práctica del yoga durante el coronavirus puede convertirse en una de las mejores ideas que tomemos durante estas semanas de confinamiento. Se trata de una práctica que nos ofrecerá grandes beneficios y que, por suerte, podemos realizar en el hogar con total tranquilidad, sin molestias y adaptándose a nuestro nivel, independientemente que seamos principiantes o expertos.

La cuarentena puede suponer un periodo de estrés para nuestro cuerpo y nuestro sistema inmunitario. Por ello, el yoga puede convertirse en un poderoso aliado que nos mantenga con energías, vigor y buen humor. Como hemos mencionado, no es necesario ser un gran maestro para ir consiguiendo disfrutar de todos sus beneficios.

¿Por qué decimos que el yoga durante el coronavirus puede mejorar nuestro sistema inmunitario? Principalmente porque los ejercicios que realizamos ayudan a fortalecer y estimular el sistema linfático y la glándula timo, o que permite reducir de manera considerable los niveles de estrés y ansiedad a los que estamos sometidos.

¿Sabías que los practicantes de yoga son menos propensos a padecer resfriados o gripes estacionales? Además, en caso de padecerlos, su recuperación es también mucho más rápida. Esto se debe, como hemos mencionado, a los beneficios para nuestro organismo que encierra esta práctica deportiva.

No en vano, el estrés es una de las principales razones por las que el sistema inmunitario de un sujeto se puede debilitar. Esta debilidad es la que “abre la puerta” a padecer toda clase de resfriados o gripes. En este sentido, la práctica del yoga durante el coronavirus sirve para disminuir esos niveles de estrés que sufrimos y disfrutar de un sistema inmunitario mucho más fuerte y saludable. Estamos ante un método de prevención eficaz y que nos ayudará a disfrutar de una mejor y mayor calidad de vida.

En el yoga todo está pensado para ofrecer una respuesta positiva en el organismo del deportista. Así, por ejemplo, los asanas permiten abrir el pecho y estimular la glándula tima, situada sobre el corazón en la parte superior del abdomen.

Por otro lado, también nos encontramos con los asanas invertidos, que permiten mejorar la eficacia del sistema linfático, fundamental a la hora de neutralizar los antígenos del organismo.

En tercer lugar, nos encontramos con las torsiones para abrir caderas, enfocadas a estimular todos los órganos secundarios que participan en el sistema inmunitario. En este grupo podríamos nombrar al bazo o los ganglios. En cuarto puesto, los asanas de equilibrio que se enfocan en la desaparición del estrés.

No podíamos terminar sin mencionar que, para obtener todos estos beneficios, es fundamental mantener la postura un tiempo mínimo, entre cinco y diez respiraciones. De esta forma, se conseguirá un flujo ideal en nuestro organismo.