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Aplicar mascarillas capilar

Consejos para aplicar correctamente las mascarillas capilares

El verano está a la vuelta de la esquina, lo que significa que muy pronto estaremos disfrutando de nuevo de los baños en el mar o en la piscina. Esos momentos tan ansiados por todos se pueden convertir en una tortura para tu cabello si no lo cuidas y lo proteges adecuadamente y las mascarillas capilares pueden ser tus mejores aliadas.

¿Qué le pasa a tu pelo en verano?

La incidencia de los rayos del sol resulta muy perjudicial para tu pelo ya que lo reseca y lo deshidrata en profundidad, haciendo que pierda elasticidad y brillo. Por eso deberías protegerlo con un protector solar capilar al igual que haces con tu piel.

Pero la cosa aún empeora cuando nos bañamos en el mar o en la piscina, ya que tanto el salitre como el cloro también lo debilitan, haciendo que pierda suavidad y se vea más envejecido.

Y como prevenir vale más que lamentar, lo ideal es que te enfrentes a los meses estivales con una melena lo más cuidada, hidratada y nutrida posible para que así, los rayos solares, el salitre del mar y el cloro de la piscina pierdan la batalla.

Una de las formas de cuidar tu pelo, mejorar su hidratación y aportarle un extra de nutrición es a través de mascarillas capilares. De hecho, lo aconsejable sería que cada cierto tiempo te aplicaras una durante todo el año, al margen de los champús o acondicionadores específicos que utilices. El uso de estos productos capilares se vuelve mucho más necesario si tu cabello está teñido, ya que tiende a estar más seco y a estropearse más aunque utilices tintes vegetales por sus numerosos beneficios.

Pero ahora viene la pregunta más importante: ¿sabes cómo aplicar correctamente las mascarillas capilares para que sean efectivas? Te lo contamos a continuación.

Cómo aplicar las mascarillas capilares

Existen muchos tipos de mascarillas capilares por las que puedes decantarte en función de los que necesites que hagan por tu pelo. Pero sea cual sea la mascarilla que necesitas, no olvides que su eficacia dependerá en gran parte de la forma en la que te la hayas aplicado.

Te recomendamos una mascarilla de hidratación profunda para preparar tu pelo ante la llegada del verano. Con este tipo de productos conseguirás hidratar tu pelo en profundidad, aportarle suavidad y restaurar su cutícula.

Pero como decíamos la única manera de que se cumplan todos estos objetivos es eligiendo la mascarilla capilar adecuada y aplicándola de manera correcta:

1.- Las mascarillas capilares nunca, NUNCA, sustituyen el acondicionador

Lo primero que debes saber es que la mascarilla capilar no es un sustituto de los acondicionadores de pelo. Esta se aplica con el cabello recién lavado, después de utilizar el champú y el acondicionador.

2.- No las apliques en la raíz sino de la mitad a las puntas

Una mascarilla capilar hidratante o nutritiva no se extiende en las raíces sino que comienza a aplicarse más abajo, desde media melena hasta las puntas. En el caso de que tengas una melena muy corta, solo en las puntas.

3.- Aplícala mechón por mechón

Es la mejor forma de garantizar que la mascarilla penetra en toda la melena. Puedes ayudarte de un peine de púas gruesas para ir extendiéndola en todos los mechones y realiza un pequeño masaje para que penetre mejor en el pelo.

4.- Cronometra el tiempo de aplicación

Debes consultar las indicaciones del envase pero, en cualquier caso, no olvides que a más tiempo en tu cabeza, más hidratación conseguirás. Lo normal es dejarla actuar durante un periodo de tiempo que oscila entre los 10 y los 20 minutos. Dejarla toda la noche es contraproducente y solo conseguirás un cabello demasiado graso y apelmazado.

5.- Potencia su efecto con un gorro de ducha

La mejor manera de potenciar su efecto y que, a su vez, la espera con ella en tu melena resulte más cómoda, es optar por un gorro de ducha o también por una toalla empapada con agua caliente para envolver tu pelo con la mascarilla capilar.

6.- Aclárala con abundante agua tibia  

Elimina los restos de la mascarilla capilar con abundante agua tibia (que esté templada tirando a fría). Y si tu cuerpo lo soporta, finaliza con 30 segundos de agua fría para cerrar la cutícula, estimular los capilares y favorecer la microcirculación del cuero cabelludo.