Cómo lograr un maquillaje perfecto
El maquillaje realza la belleza natural de las personas pero no todas van a necesitar el mismo make up, los mismos productos cosméticos. En este post queremos repasar algunos consejos genéricos que podemos aplicar a la hora de maquillarnos.
Echar mano de productos y técnicas inadecuadas puede impedir que logremos un resultado satisfactorio. Está claro que algunas personas tienen una destreza especial para maquillarse. Otras tienen que recurrir a un profesional para lograr un resultado mínimamente decente. Lo que sí podemos es adquirir unas nociones básicas que vemos a continuación.
La norma básica está clara: menos es más. Con la cantidad exacta de producto destacaremos nuestros rasgos y lograremos un resultado natural y para nada recargado. Si no eres una persona demasiado habilidosa en las lides del maquillaje lo recomendable es que elijas productos fáciles de usar. Por ejemplo, es recomendable evitar el eyeliner líquido en pincel y optar por el de tipo rotulador que permite hacer un trazo más definido. También es mejor usar una base de maquillaje ligera que pueda aplicarse como si fuera una crema facial. Es la manera más sencilla de lograr un resultado que sea uniforme. Recuerda aplicar siempre como paso previo la crema hidratante para que el producto se fusione mejor con tu piel. Si hidratas justo antes lograrás un rostro jugoso. De hecho, puedes usar la crema hidratante como prebase de maquillaje. Para extender la base puedes usar brocha, cepillo, esponja o los dedos. No pases por alto el cuello. Maquíllalo ligeramente para que el resultado final sea homogéneo. Después de la base, puedes probar a acentuar el color con un ligero toque de polvos sueltos o autobronceadores. Se aplican sobre pómulos, nariz, frente y barbilla. Si quieres disimular ojeras usa un corrector en un tono que las neutralice. Para aportar luz a zonas concretas del rostro, habrá que echar mano de productos cosméticos como un iluminador en crema o en pincel.
Productos cosméticos, úsalos con cabeza
Usa estos productos con sentido común. Por ejemplo, evita abusar del colorete. Para ello, no cargues mucho la brocha porque, al pasarla por las mejillas, una quedará más colorada que otra. En los últimos tiempos, los coloretes líquidos han ido ganando peso como cómoda alternativa para controlar la cantidad de producto aplicado. En lo relativo a los colores, nunca fallan los tonos rosa palo o los nude naturales. Una recomendación es aplicar un poco de colorete en la parte de arriba del hueso del pómulo y difuminarlo dando suaves toques con los dedos. Si lo prefieres, echa mano de la brocha para aplicarlo, usa la angulada partiendo del área de la mejilla y yendo hacia las sienes para difuminar después.
Por otro lado, es preferible emplear una máscara de pestañas que confiera un acabado lo más natural que sea posible. Es esencial saber dosificar la cantidad de producto para sacar el máximo provecho a las pestañas. Hay que aplicar el rímmel desde la raíz hasta las puntas, girando un poco el cepillo para potenciar al máximo la mirada. Antes de la máscara puedes usar el rizador de pestañas o un sérum específico para hidratarlas. Mucho cuidado con hacer un mal uso de las máscaras de pestañas. Los profesionales de la oftalmología nos recuerdan lo que no debemos hacer al aplicar este tipo de productos.
Las cejas se pueden peinar con un cepillo específico y rellenar con un lápiz para difuminar con el goupillon del pincel para lograr un acabado más natural. Si se quiere aplicar sombra de párpados, se puede usar una que sea clara desde las pestañas hasta el hueso orbital y otra de tonalidad media en el párpado móvil hasta llegar al pliegue. Con un pincel sombreador grueso se puede difuminar y evitar de este modo saltos de tono. Por último, recuerda que el color del pelo también influirá en el resultado final del maquillaje. Tenlo en cuenta cuando escojas tintes vegetales u otros para tu cabello.