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Dietas milagro - Bellaria

Motivos por los que no debes hacer nunca una dieta milagro.

La llegada de la primavera, el aumento de las temperaturas y el inicio de una dieta suelen ser tres realidades que, año tras año, van de la mano. Ya sabemos que a todos nos “pilla el toro” en estas cuestiones y en vez de cuidarnos todo el año, ahora nos entran las prisas por mejorar nuestra silueta y perder esos kilitos de más que hemos cogido durante el invierno.

Según informa la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, un 35 % de la población de nuestro país admite haber recurrido en alguna ocasión a una “dieta milagro” con el objetivo de perder peso en el menor tiempo posible, sobre todo de cara al periodo estival. 

De hecho, en la actualidad, basta poner la palabra “dieta” en el buscador de Google para encontrar cientos de dietas milagrosas para adelgazar. Sin duda, internet se  ha convertido en el medio en el que este tipo de regímenes se mueven como peces en el agua para poner en peligro la salud de quienes buscan perder peso a cualquier precio.

Y aunque parece que hoy en día existe una mayor conciencia sobre lo importante que es comer de manera sana y equilibrada, practicar ejercicio y buscar como fin último la salud y no la estética, hoy nos gustaría insistir en los motivos por los que no debe seguirse nunca una dieta milagro de las que abundan en redes sociales como TikTok o Instagram.

Motivos elementales para no seguir una dieta milagro

Las dietas milagro son dietas de adelgazamiento que se presentan como soluciones casi mágicas para perder kilos. Una forma rápida, única, fácil y, sobre todo, definitiva para perder peso y sentirse mejor. Pero la mayoría de ellas, además de no proporcionar los objetivos prometidos, son un peligro para quienes la siguen por estos motivos:

  1. – Carecen de rigor científico que las avale ya que la mayoría no son compartidas por nutricionistas ni personas expertas en dietética.
  2. – Al ser dietas que se dan a conocer mediante publicidad y canales sociales, carecen de ningún tipo de supervisión médica.
  3. – Suelen basarse en la prohibición de algún grupo de alimentos, lo que disminuye la probabilidad de ingerir todos los nutrientes necesarios y aumenta la posibilidad de sufrir carencias de vitaminas y minerales. 
  4. – Tienden a provocar el “efecto rebote” e incluso a causar complicaciones en aquellas personas que presentan cuadros de obesidad más severos.
  5. – Ninguna dieta es aplicable a “todo el mundo” sino que ponerse a dieta con el objetivo de perder unos kilos es algo muy serio que debe realizarse siempre de manera personalizada y bajo las indicaciones de un profesional que haya analizado tu caso.

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición insiste en que no hay fórmulas mágicas ni milagros cuando se trata de perder peso: el único camino es seguir una dieta saludable y equilibrada, adaptada médicamente a la situación de cada persona, combinándola siempre con la práctica de ejercicio de manera regular y evitando ciertos comportamientos como los ataques de gula que tanto daño causan al organismo al someterlo de repente a una ingesta mucho mayor de la que está acostumbrado.

Consecuencias de las dietas milagro

Los efectos de las “dietas milagro” son muy perjudiciales para la salud física y mental. En primer lugar, porque una dieta milagro puede conllevar una pérdida de nutrientes y vitaminas esenciales para el organismo, provocando la alteración del apetito y causando trastornos de todo tipo (desde osteoporosis a anemia).

Por otro lado, el “efecto rebote” que tienen la mayoría de estas dietas, tiende a causar demoledores efectos psicológicos entre quienes las siguen: se sienten incapaces de alcanzar los objetivos, sufren una gran frustración cuando vuelven a engordar y algunos viven episodios de alteraciones en su comportamiento alimenticio como anorexia o bulimia.

Y por último, como la mayoría de estas dietas someten al organismo a una menor ingesta de calorías, el cuerpo reacciona haciéndose más eficiente en cuanto al consumo de su energía, lo que a la larga genera problemas de metabolismo que tardan en regularse cuando se vuelve a tomar cantidades normales de comida.

Por todo ello, nuestro consejo es que, de aquí al verano, intentes cuidarte comiendo sano, evitando alimentos precocinados y ultraprocesados, practiques ejercicio y reduzcas el consumo de alcohol y tabaco. Y si consideras que necesitas ayuda para perder peso, acude a un profesional que diseñe una dieta a medida de lo que necesitas, pero nunca sigas una de estas temidas dietas milagro.