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Seguimiento visual - Visualia

¿Cuáles son los síntomas más evidentes de un trastorno de seguimiento visual?

Es bastante frecuente que, ante los problemas de aprendizaje de un niño, se busquen soluciones ligadas al ámbito de la psicología y la pedagogía. Hablar con el orientador del centro académico o llevar al niño a clases particulares se plantean como soluciones a ese bajo rendimiento escolar. Sin embargo, cada vez nos encontramos más casos en los que muchas de esas dificultades tienen su origen en un problema visual o auditivo.

De hecho, está más que demostrado que los trastornos visuales causan dificultades de aprendizaje o de lectoescritura en los niños. Lo que ocurre es que al no contemplarse esta posibilidad, tardan en tratarse mediante terapias visuales. Uno de los trastornos más frecuentes y que se dejan notar en el aprendizaje de los menores es el trastorno del seguimiento visual, ¿sabes en qué consiste y cuáles son sus manifestaciones?

¿Qué es el trastorno del seguimiento visual?

El seguimiento visual es la habilidad que nos permite enfocar un objeto y percibirlo cuando este se desplaza por nuestro campo de visión, sin tener que mover la cabeza para ello. Dicho de otra forma, los ojos tienen la capacidad de seguir un objeto cuando este se mueve en los planos vertical, horizontal, diagonal y circular, y esa capacidad se llama seguimiento visual. 

Cuando una persona tiene dificultades de seguimiento visual, le costará seguir con precisión cualquier objeto que se esté moviendo ante sus ojos, algo que puede influir notablemente en su calidad de vida diaria al impedirle realizar correctamente actividades cotidianas como leer o seguir una pelota en cualquier juego deportivo. Por eso, es un trastorno que afecta de manera muy directa al aprendizaje y rendimiento escolar de los niños.

¿Cuáles son los síntomas más evidentes?

Algunas de las señales evidentes de que un niño sufre dificultades de seguimiento visual son:

1.- Inestabilidad en el movimiento ocular: 

El niño puede tener dificultades para mantener los ojos enfocados en un objeto en movimiento, lo que se traduce en movimientos oculares inestables.

2.- Falta de coordinación ocular:

Puede haber un desajuste en la coordinación entre ambos ojos al seguir un objeto en movimiento, lo que afecta a la percepción tridimensional del entorno.

3.- Saltos en el seguimiento:

Los ojos pueden saltar involuntariamente hacia adelante o hacia atrás al intentar seguir un objeto en movimiento, lo que dificulta la atención continua del niño. 

4.- Dificultades de lectura y escritura:

Un trastorno de seguimiento visual a menudo se manifiesta al leer y al escribir. La persona puede perder la línea al leer, saltar palabras o experimentar fatiga visual cuando tiene que avanzar por los renglones para leer o escribir. De ahí que sea una señal bastante evidente de este problema que, además, explicaría por qué es tan importante diagnosticar y tratar las dificultades de lectoescritura en Asturias que experimentan muchos niños en edad escolar.

5.- Problemas en la práctica de actividades deportivas:

Algunas personas pueden tener dificultades para seguir una pelota o un objeto en movimiento durante actividades deportivas, lo que puede afectar su rendimiento en deportes como el fútbol, el tenis o el baloncesto. Esos niños objeto de burla por lo, aparentemente, mal que se les da algún deporte de equipo pueden sufrir este trastorno y no tenerlo identificado.

 

Por eso es clave que, ante señales de bajo rendimiento escolar de un niño, no se descarte la posibilidad de que el niño sufra algún problema visual o auditivo, como puede ser este del que hoy te hemos hablado del seguimiento visual. Realizar una revisión en un centro de terapias visuales en Asturias es una opción que deberían valorar todos aquellos padres que viviendo en esta región tienen un niño en edad escolar cuyo aprendizaje sigue un ritmo más lento de lo normal y se descubre que tiene algún trastorno visual.